miércoles, 4 de abril de 2012

Pasión por el mar

(...)

Aristóteles: ¿tiemblas todavía, Alejandro? ¿Te resentirás aún de tu descenso a los abismos y de tu aventura oceánica?

Alejandro: No es nada...

Aristóteles: ¿Y Nearco?

Alejandro: (...) Aristóteles, ahora que se ha apaciguado la agitación de mi espíritu, deseo contarte cosas creíbles para tí, que serían increíbles para cualquier otro. Escucha... Cuando con la vanguardia del ejército alcancé el Hydaspe, en los confines del mundo conocido, apenas si empezaba a despuntar el día: el río arrastraba aguas vidriosas y por encima de él se elevaban brumas blanquecinas que se estancaban en la otra orilla en bancos opacos. Nuestros exploradores no distinguían nada detrás de aquella niebla. De pronto el sol lo barrió todo y vimos con la luz nueva los lejanos montes cubiertos de nieve, las plantas maravillosas, las flores admirables, los animales extraordinarios y los pájaros de colores brillantes de un mundo nuevo. Durante nuestra inmersión bajo el mar así fué. ¡El mar infecundo de Homero! ¡Palabras insensatas! Los hombres, Aristóteles, nunca han visto más que aguas agitadas por el viento, nunca han contemplado más que espumas centelleantes, nunca han estado sentados más que en la tapa del cofre. En cuanto apoyé la frente contra el vidrio transparente, vi, como bajo el sol que disipa las brumas de Hydaspe, un mundo fabuloso. Los cofres del mar desbordaban riquezas vivientes, más asombrosas que los mil tesoros de Susa y ofrecidas a mí envueltas en polvo de oro.
Mira esta tierra desolada y maléfica de Gedrosia. Desde que el mar la cubre todo es fertilidad, belleza, frondosidades vírgenes, exuberancia. Estáte seguro, Aristóteles, de que los hombres irán un día a conquistar sus riquezas y apoderarse de ellas. Por los campos de algas pasan manadas de peces a los que otros, enormes, siguen para devorarlos. El fondo del mar está cubierto de conchas, de animales que son acaso flores y de plantas que he visto transformarse en criaturas animadas, tendiendo sus garras y abriendo sus fauces. Bajo el mar ocurren cosas que mis ojos han visto sin que mi mente pueda comprender. Todo parece regido por la magia y los caprichos demenciales de dioses monstruosos, de demonios que surgieran delante mio, cubierto de corazas brillantes, armados de venablos, espadas y flechas y rodeados de animales repulsivos acerca de los cuales ninguna imagen podría darte idea. He visto serpientes de ocho cabezas, horribles hidras escamosas, perros-delfines y gigantescas lamias* de mandíbulas tan espantosas que me parecía oír como el mar gritaba y gemía ante ellos como cuando el maestro broncista sumerge en el agua el metal al rojo vivo... Una lamia que habría podido tragarse de un bocado al más fornido de mis guardias (...)

*lamia: tiburón

Fragmento del Capítulo V del "Anábasis" (relación de campañas de Alejandro según Arrien (Flavio), historiador griego del siglo II).

Historia curricular

Desde la finalización de la Licenciatura en Ciencias del Mar por la ULPGC en 2003 mi trabajo siempre ha estado relacionado con la oceanografía y el medio marino, desempeñando distintos trabajos a lo largo de estos últimos años.

Recién titulado continué mi formación y me matriculo en los cursos de tercer ciclo dentro del plan de Biogeoquímica que ofrecía la facultad de Ciencias del Mar. Durante la realización de estos cursos trabajé conjuntamente con mis tutores y directores de tesis para la beca INNOVA de la FULP desarrollando el estudio “Factores de bioacumulación y biomagnificación de metales pesados". Al mismo tiempo ejercía como técnico oceanógrafo para la Autoridad Portuaria del Puerto de Las Palmas con un proyecto de la FULP. Se realizaron distintos muestreos y el análisis de aguas costeras y portuarias cercanas al Puerto de La Luz y Las Palmas.
Más adelante entré a formar parte de la plantilla del Instituto Canario de Ciencias Marinas dentro del grupo de Oceanografía. Desempeñé la preparación y asistencia a campañas oceanográficas y el montaje e integración de sensores a boyas oceanográficas desarrolladas por el propio instituto. Durante mi estancia en el ICCM estuve becado por el proyecto Alermac Interreg III.

Adquirida la suficiente experiencia se me contrató como técnico oceanógrafo para la plaza que INNOVA oceanografía litoral S. L. ofertaba en Barcelona para llevar el  mantenimiento de las boyas costeras de oleaje del ente público Puertos del Estado

Posteriormente regreso a Gran Canaria para ocupar a través del Ministerio de Fomento en el grupo de Salvamento Marítimo una plaza de técnico oceanógrafo como "Operador de Consola" en el avión SASEMAR 103 perteneciente al ente público. Este trabajo consiste en la búsqueda de contaminación por hidrocarburos a través de distintos sensores de teledetección y reporte a las diferentes oficinas encargadas de gestionar las contaminaciones y/o encontrar sus responsables bajo criterios descritos por "Acuerdo de Bonn de anticontaminación" y el "Convenio MARPOL 73/78". El papel que se lleva a cabo es la interpretación de los datos oceanográficos y contaminaciones observados por los distintos sensores instalados en el avión. Además, se realizan tareas de apoyo para emergencias SAR.

Durante todos estos años siempre he buscado hueco para desempeñar distintos trabajos de buzo profesional con la realización de censos de especies y recogida de muestras para estudios marinos, mientras que en la rama deportiva imparto cursos de buceo recreativo en diferentes niveles.